Tengo un nieto de 5 años y medio a quien miro y admiro a partes iguales. Porque representa todo lo bueno del ser humano, sin fisura en su equilibrio interior y exterior. Esa mezcla de felicidad, candidez, sorpresa, deseo, aceptación, rechazo, descubrimiento, adaptación,…. que solo es posible ver en un niño a esta edad ySigue leyendo «¡Bendita infancia!»